Durante la jornada laboral es muy importante, y además obligatorio, cumplir con todas las normas de seguridad. Aunque todos lo sabemos, por comodidad, por las prisas o por la costumbre, en muchas ocasiones consideramos que una tarea a realizar no tiene el suficiente peligro como para tener que utilizar los equipos de protección que tenemos a nuestro alcance.
Este tipo de pensamientos es el primer paso para tener un accidente. El despreciar el posible riesgo que pueda ocasionar una tarea concreta es el primer ingrediente para tener un accidente.
Nuestra conducta debe guiarse en todo momento por el convencimiento de que debemos trabajar siempre de forma segura, y el uso habitual de los equipos de protección individual indicados para cada tarea constituye un primer paso que, aunque no suficiente, sí es necesario para avanzar en las condiciones de seguridad en nuestro trabajo.
Debemos tener en cuenta que una conducta responsable en el trabajo, utilizando de forma habitual los Equipos de Protección Individual, evitando actos inseguros y eliminando condiciones peligrosas constituyen el primer y más importante factor de cara a garantizar la propia seguridad y la de nuestros compañeros.
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